Todos quieren mejorar la calidad de la Educación, sobretodo porque el 65% de los trabajos que tendrán los estudiantes del actual sistema educativo, aún no existe y el 35% de los que hoy existen, desaparecerán en los próximos 5 años. Además los alumnos que hoy se encuentran en el sistema educativo tendrán un promedio de 7 empleos diferentes a lo largo de su futura vida, 5 de los cuales ni siquiera existen. Se desprende entonces estas preguntas: ¿A qué tipo de ciudadanos está formando la educación de hoy en un mundo dónde los trabajos futuros son inciertos? ¿Tendrán las competencias necesarias para desarrollar las tareas que sean necesarias?

Hace pocos años no existía el e-mail, ni redes sociales, ni buscadores de información, no existía la transmisión en vivo y no los celulares solo servían para transmitir voz. Para buscar información íbamos a alguna biblioteca o librería. Para comunicarnos lo hacíamos en forma presencial o por teléfono. Si ver un programa había que hacerlo en el momento en que se emitía por TV, o eventualmente grabarlo en un VHS. Para escuchar música comprábamos CDs, hoy lo hacemos a través de Spotify.

A pesar de semejante transformación digital, todas estas herramientas se han integrado rápidamente a la vida cotidiana de las personas más allá de su edad, actividad o nivel socio-económico y están empujando grandes cambios sociales, políticos, económicos y culturales en todo el mundo.

Claramente la tecnología es una de las claves para mejorar los procesos de formación en las capacidades que serán necesarias en el Siglo XXI.

Para los que, dentro de las empresas estamos vinculados a esta problemática, vivimos diariamente desafiados por esta transformación digital que implica un cambio constante, asociado a la forma en cómo hacemos todas las cosas. Identificamos como principales áreas de impacto a la Analítica, el Big Data, la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual, la Impresión 3D, Internet de las cosas, la nanotecnología, Robótica y la Biología avanzada. La cuestión es si la preparación para gestionar estas nuevas aplicaciones será dada por el sistema educativo o fuera de él.

Afortunadamente para cubrir la brecha que hay entre la Educación y la Transformación digital, existen hoy innovaciones en el uso de la tecnología que empiezan a mostrar un potencial en la mejora de la calidad de los aprendizajes. Como por ejemplo:

  • Ofrecer soluciones creativas a la falta de conocimientos de algunos profesores.

  • Mejorar la Infraestructura tecnológica para que sea ampliamente accesible.

  • Poner la educación a disposición de una audiencia a un costo mucho menor, o proporcionar un nivel de calidad de información mayor a un mismo precio.

  • Facilitar la transferencia de buenas prácticas que puedan contar con un sostenimiento a largo plazo.

  • Obtener información sobre cómo y qué aprenden los estudiantes en tiempo real aprovechando la mayor variedad, volumen y velocidad que otorgan los datos.

  • Aumentar la productividad de los docentes, liberando tiempo de tareas burocráticas y rutinarias, que pueda ser utilizado para la enseñanza diferenciada de habilidades y competencias.

Estas soluciones se hacen más eficaces cuando se le adiciona la tecnología a las estrategias en la mejora de la preparación de los profesores, nuevos métodos de aprendizaje y la inclusión de los sectores más vulnerables. Algunas de estas iniciativas que permiten acortar la brecha entre la educación y la transformación digital son las MOOC (Massive Open Online Courses) o COMA (Curso Online Masivo Abierto), Bibliotecas digitales, Campos virtuales, Google Apps para educación, entre otras que fueron adoptadas inclusive por las mejores universidades del mundo.

Para el caso concreto en Latinoamérica se destacan:

  • Educación multimediodigital a distancia: la utilización de las TIC para el dictado de clases que utilizan varias universidades de nuestro país y que pueden ser en modo sincrónico o a-sincrónico.

  • Tutoriales: la utilización del canal de Youtube que utilizan algunos profesores para enseñar a los chicos diferentes temáticas como por ejemplo un profesor Colombiano que enseña matemáticas y cuenta con casi 2 millones de suscriptores.

  • Proyectos “uno a uno”, originado en la idea de Nicholas Negroponte del MIT que propone la distribución masiva de una computadora por alumno que en Argentina se implementó por ejemplo a través del programa “Conectar Igualdad”.

  • Aula365 es una aplicación digital que a partir de un portal de aprendizaje cuenta con recursos interactivos para aprender jugando y creando.

  • Mumuki es una plataforma gratuita para aprender a programar.

He escuchado una historia que presenta esta relación entre la educación y la tecnología que resume en gran medida lo planteado en esta nota. En ella se dice que si resucitáramos a un médico que practicaba la cirugía hace un siglo, y lo llevamos a un quirófano moderno, se convertiría posiblemente en un carnicero y no podría ejercer su profesión. Pero si despertáramos a un maestro dormido desde la misma época que el médico anterior y lo pusiéramos frente a un grupo de alumnos de cualquiera de nuestras actuales escuelas, no las encontraría demasiado diferentes y podría seguramente dar su clase. Incluso, hasta podría ser un muy buen maestro.

La transformación digital va más rápido que la capacidad de aprendizaje de las personas como así también de la adecuación del sistema educativo a estas innovaciones; es por ello que si no se trabaja en pos de una adaptación y crecimiento continuo y en forma conjunta, las nuevas generaciones no estarán capacitadas para desarrollarse en los trabajos del futuro.

Vía: infotechnology.com